Los expertos recuerdan que son especies protegidas y
recomiendan no agredirlas ni matarlas para no desequilibrar el ecosistema
Coronella girondica en el camí del castell
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Levante-EMV
09.07.2013 |
Los ofidios aumentan su actividad con la llegada del buen
tiempo, por lo que aumenta la frecuencia de sus encuentros con humanos. Aunque
a muchas personas les asusten las serpientes, este miedo carece de fundamento
ya que en la Comunitat Valenciana la mayor parte de las serpientes son
culebras, inofensivas, y solo la víbora hocicuda, una especie que rara vez se
ve, es peligrosa.
Adrià Calatayud | Valencia Quienes las han estudiado más
aprecian su papel en los ecosistemas y la plasticidad de su sinuoso movimiento.
Pero lo más común es que al ver una serpiente, la reacción de cualquier persona
oscile entre el miedo y el pánico. En verano aumenta la frecuencia de los
encuentros de los ofidios con humanos y, aunque la experiencia puede ser
traumática para ambos, la serpiente tiene más posibilidades de llevarse la peor
parte. Porque el miedo visceral que las serpientes despiertan en mucha gente
carece de fundamento y, en ciertas ocasiones, provoca la muerte del animal a
manos de la persona. En realidad, recuerdan los expertos, no hay demasiado
motivo para preocuparse. La mayor parte de las serpientes que habitan en la
Comunitat Valenciana son culebras, inofensivas, y sólo el veneno de la víbora
hocicuda (Vipera latastei), una especie que rara vez se ve, puede causar algún
peligro.
El técnico de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio
y Medio Ambiente Nacho Lacomba explica a Levante-EMV que el miedo a las
serpientes «tiene más que ver con la fantasía que con la realidad». Por su
parte, el profesor de la Universitat de València (UV) e investigador del
Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva Enrique Font las
define como animales «tímidos». De hecho, Font asegura
que «cuando se encuentran un humano y una serpiente, si se pudiera medir el
susto, seguro que es mayor el de la serpiente, incluso comparado con el de la
persona más histérica del mundo».
La culebra de escalera (Rhinechis scalaris), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) „que puede llegar a superar los dos metros de longitud„ la culebra de collar (Natrix natrix) o la culebra de agua (Natrix maura) son algunas de las variedades más comunes en la Comunitat Valenciana. Se refugian en agujeros, entre piedras, en oquedades de árboles o incluso entre restos de maderas viejas en fábricas o desvanes. En su dieta se incluyen otros reptiles, pequeños mamíferos como los ratones de campo o pollos de aves, pero no personas.
Más actividad en verano
Pese a que no llegan a hibernar, su actividad se reduce en los meses más fríos del invierno, durante los cuales permanecen escondidas la mayor parte del tiempo. Con la llegada del buen tiempo en primavera y verano, reactivan su ritmo vital, por eso es más habitual encontrárselas en estas fechas. Este fenómeno, señala Enrique Font, se debe a que los reptiles son ectotermos, es decir, su cuerpo no puede generar calor (a diferencia de los mamíferos), sino que lo absorbe del exterior, del sol principalmente. El profesor de la UV asegura que la creencia popular de que los reptiles tienen la sangre fría es errónea. «No es que tengan la sangre fría, es que no generan calor metabólicamente, porque pueden llegar a tener la sangre más caliente que nosotros. En este sentido, son animales muy económicos, casi todo lo que ingieren lo dedican a su crecimiento», amplía Font.
Pese a que no llegan a hibernar, su actividad se reduce en los meses más fríos del invierno, durante los cuales permanecen escondidas la mayor parte del tiempo. Con la llegada del buen tiempo en primavera y verano, reactivan su ritmo vital, por eso es más habitual encontrárselas en estas fechas. Este fenómeno, señala Enrique Font, se debe a que los reptiles son ectotermos, es decir, su cuerpo no puede generar calor (a diferencia de los mamíferos), sino que lo absorbe del exterior, del sol principalmente. El profesor de la UV asegura que la creencia popular de que los reptiles tienen la sangre fría es errónea. «No es que tengan la sangre fría, es que no generan calor metabólicamente, porque pueden llegar a tener la sangre más caliente que nosotros. En este sentido, son animales muy económicos, casi todo lo que ingieren lo dedican a su crecimiento», amplía Font.
«Al ver una serpiente, lo normal es que ella huya y lo mejor
es no molestarla y menos maltratarla», insiste Lacomba. Font reconoce que en
algunos países hay que andar con cuidado con las serpientes, «pero en Europa
no, en España, menos y en la Comunitat Valenciana, menos aún».
Las picaduras de serpientes, que en todo caso sí se producen
(sobre todo en verano) son el resultado de un despiste (sentarse encima de una
sin darse cuenta) o de una acción temeraria (sólo atacan cuando se ven
amenazadas). En la mayor parte de los casos, sus consecuencias no van más allá
del susto. Sólo con las mordeduras de la víbora hocicuda hay que ir rápidamente
a un hospital. En el resto de casos, Lacomba recomienda lavar la zona afectada
y, si se hincha o se enrojece, acudir a un centro sanitario ya que, al ser
animales silvestres, pueden tener gérmenes en los colmillos.
Especies protegidas
El técnico de la conselleria lamenta que algunos conductores intenten atropellar a las serpientes al verlas por la carretera o que ciertos agricultores se congratulen por matar con la azada a las que ven en el campo, algo que atribuye a que son animales «muy mal vistos».
El técnico de la conselleria lamenta que algunos conductores intenten atropellar a las serpientes al verlas por la carretera o que ciertos agricultores se congratulen por matar con la azada a las que ven en el campo, algo que atribuye a que son animales «muy mal vistos».
Para Lacomba, «deben respetarse» las serpientes porque «cualquier forma de vida tiene valor en sí misma» y así se protege la biodiversidad. Font también destaca el papel de las serpientes en el control de determinadas plagas. Además, tanto Lacomba como Font recuerdan que las serpientes están protegidas por ley.
Pues no he tingut jo baralles amb uelos i no tan uelos...
ResponEliminaPer a la majoria, una serp morta és la millor serp...
Gràcies Manel per publicar aquest article!
Manel m'agradaria que m'explicares si els sacres i els aspids ronden per aquestos paratjes i si son molt o poc verinosos ja que no mes dius com a perillosa l'escurçó.
ResponEliminaHola xe que fas,
ResponEliminaEscurçó i sacre són sinònims de la mateixa espècie, la Vipera latastei, que és la única serp perillosa que podem trobar per ací. És fàcil d'identificar pel cap, clarament diferenciat del cos, el morro alçat com una petita banya i el dibuix en ziga-zaga del llom. No passa dels 75 cm de grandària i és molt poc freqüent, tot i que quan algú veu una serp quasi sempre diu que era un sacre.
L'àspid és altre escurçó, la Vipera aspis, que habita als Pirineus i el nord de Catalunya, i no arriba a les nostres terres.
Sobre àspids, escurçons i sacres hi ha moltes històries sense fonament. Segur que has escoltat algú parlar d'una serp curta, grossa i amb pèl, o aquella que hipnotitzava una mare per xuclar de la mamella mentre posava la cua a la boca del xiquet perquè no plorara, o altres històries més increïbles encara. Doncs són això, increïbles. Ningú ha pogut veure mai una serp amb pèl perquè totes tenen el cos cobert d'escates.
En esta direcció hi ha més informació de les serps que pots trobar al poble: http://www.mediterranea.org/cae/divulgac/guiarept.htm
Gracies Manel per la teva informació.
EliminaExacte Manel, el més fàcil és fixar-se en el cap. El cos no és llarguerut, sinó curt i gros, però el cap és la clau. El cap està ben diferenciat del cos, ja que té forma de cor, degut a les seues prominents mandíbules. Les pupiles són verticals, com un línea recta que baixa cap abaix, i el nas cap amunt, com un cuerno.
ResponEliminaMosseguen (com tots els animals) però a més, piquen, el que vol dir que tenen verí. El seu verí pot ser mortal per a xiquets i persones majors o febles, així que quan camineu per la serra, feuo amb botes i no amb sandàlies, ja que la major part de picadures de víbores, estan registrades als turmells i part baixa de les cames.
I si en vegeu una... doncs la saludeu i endavant. Per què matar-la?